Fábula: La liebre que tocaba violín.
En un bosque lleno de abetos vivía una liebre llamada Gabriela que sabía gozar con cualquier cosa. Todo lo revolvía y lo miraba de arriba abajo, llevada de si insaciable curiosidad.
Un día se encontró un viejo violín abandonado. En seguida le tomó gusto y comenzó a tocar con él. Aprendía con mucha rapidez, y se pasaba día y noche dale que te dale. Sus amigas y vecinas la querían mucho y soportaban las continuas serenatas con buen ánimo, pero el invierno se acercaba y era preciso comenzar a acumular provisiones.
- Vamos, deja de tocar y únete a nosotras; el invierno se acerca y luego no vas a tener qué comer – le decían todos.
Sin embargo, la liebre no les hacía caso y seguía tocando y tocando, intentando mejorar si estilo.
De pronto, llegó el invierno y nuestra liebre se encontró con que no tenía nada que comer. Tuvo que ir de casa en casa, pidiendo alimento. Era muy querida por sus vecinos y recibió lo necesario para calmar su apetito. Ella, en justo pago, alegró el invierno de sus benefactores, dándoles hermosos conciertos con su violín. ¡Sabía tocarle ya con mucha dulzura!
Moraleja: Escucha las opiniones de la gente que te quiere, ella nunca querrá hacerte daño y buscarán lo mejor para ti.
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